
La misma tiene como labor, facilitar los convenios entre los órganos financieros y difundir las aclaratorias que necesita el mercado de una manera desafiante, asegurando la eficiencia y claridad dentro de un entorno, que se ajusta a los criterios cabales y a las normas. Hoy en día, dichos acuerdos son maniobrados mediante programas electrónicos fáciles de utilizar desde cualquier empresa y que en ciertas situaciones, están disponibles para el público de forma directa. En cuanto a sus instalaciones, estas plataformas se pueden localizar a nivel mundial, particularmente en las sociedades financieras de relevancia como por ejemplo, las ubicadas en: Hong Kong, Nueva york y Londres.
En la unificación de capitales, participan diversas entidades que actúan como moderadoras de los movimientos que se ejecutan en ella y entre las de mayor importancia están: las firmas transmisoras, también los organismos fiduciarios, las compañías anónimas, el Estado, etc; todas ellas colocan un capital social, con la finalidad de percibir bienes a partir de los futuros negociantes. Por otro lado, la bolsa de valores es la que posibilita la parte operativa; inspeccionando y reconociendo las actividades de los comerciantes y adquirentes, de igual forma exhibe todas las indicaciones que conciernen a las cotizaciones, a los estados financieros y monetarios de cada organización. Los inversores, pueden ser tanto personas naturales o jurídicas, regionales o extranjeros.
Cabe destacar que, dicho ámbito económico ha sido clasificado en primario y secundario: en el mercado principal, se ponen en venta las nuevas acciones o vales publicados una vez, estos pueden ser intercambiados entre el ofertante y el negociante. En esta clase de plazas, suelen intervenir tanto las compañías u órganos del gobierno, que ameriten un subsidio. En el segundo contexto, los recursos económicos pueden cambiar de propietarios continuamente, en base a los precios establecidos mediante el ejercicio de la oferta y la demanda.
En la unificación de capitales, la dependencia recíproca de todos los Estados revela, cómo la generalización de la economía se ha incrementado en la última mitad del siglo pasado, bajo estos resultados: el progreso de las financiaciones internacionales, el traslado de la productividad y el crecimiento de las entidades multinacionales. Para lo cual, se mueven elevadas cifras de capital y trasladan de una zona a otra las operaciones productivas, algo que con frecuencia suele generar amplios efectos que desequilibran a la economía ideal, a los puestos de trabajo, a la tranquilidad de la comunidad y entorno ambiental. A lo cual se agrega, la transformación o incremento de los distintos procesos industriales y el influjo determinante de la difusión de los dispositivos de empréstitos; que han originado como consecuencia forzosa, la iniciación de las distintas economías regionales.
Cuando se habilitan múltiples capitales de distinto importe y se posicionan en diferentes coyunturas o instantes de tiempo, es muy provechoso saber cuál de ellos es más atrayente de acuerdo al enfoque financiero (si cuestan más o menos que los otros). Para tomar una decisión hay que cotejarlos, pero no es suficiente tomar en cuenta solo sus valores, se debe estimar a la misma vez, el periodo o fase donde se hallan emplazados. Asimismo, la equiparación tiene que ser uniforme; esto es, que deben trasladarse los recursos a un momento exacto y allí llevar a cabo la comparación.